Los Testigos de Jehová y Jesús: Demostrando la Divinidad de Jesús en la Biblia
Hace muchos años en el centro de Pittsburgh, dos Testigos de Jehová me confrontaron en la esquina de una calle. Sin perder el tiempo en cumplidos, inmediatamente se dieron a la tarea de demostrar que Jesús NO era Dios. (Los cristianos creen que lo es). Los Testigos de Jehová me lanzaron muchos versículos de la Biblia en rápida sucesión. Cada intento que hice de hacer una defensa de mi posición fue un patético fracaso. Ellos tenían muchos versículos de las Escrituras en su arsenal.
Me quedé allí un poco sacudido en mi fe y sin saber qué decir. Claramente, no era competente para explicar mi fe ni con la Biblia ni con la historia del cristianismo. Sin embargo, en lugar de creer en los Testigos de Jehová y unirme a su religión precipitadamente como muchos lo hacen, fui en busca de mi fe. Busqué las preguntas y fui tras las respuestas. Ahora, después de 15 años, me dedico a enseñar la fe católica. Desde entonces, he aprendido las muchas Escrituras que enseñan la divinidad de Jesucristo y cómo los Testigos de Jehová tuercen los versículos bíblicos que utilizan. También descubrí que las creencias de los Testigos de Jehová son nuevas, ya que no surgieron hasta finales del siglo XIX. Estos son algunos de los versículos que he descubierto que respaldan la posición cristiana.
La Divinidad de Jesús en la Biblia:
El Antiguo Testamento afirma que solo Dios creó todo lo que existe (Is. 45:12; Is. 44:24; Is. 42:5), y sin embargo el Nuevo Testamento afirma que Jesús creó todo (Jn. 1:1; Col 1:16 -17). ¿Es esto una contradicción? ¿Fue Dios o Jesús? ¿Estaba Dios realmente sólo o no?
El Antiguo Testamento dice que no hay ninguno que sea a la imagen exacta de Dios (Is. 42:8; Is. 46:9), pero el Nuevo Testamento dice que Jesús es la semejanza y representación exacta de Dios y lleva su misma huella/imagen (Heb. 1:2-3). ¿Contradicción?
El Antiguo Testamento nos enseña que Dios es el único Dios, y que Él es el único Señor. No hay otro como Él (Is. 45:5; Is. 43:10), y sin embargo el Nuevo Testamento nos enseña que Jesús es Dios (como se demostrará más adelante). Si hay un solo Dios, entonces ¿cómo puede Jesús ser “un” dios como afirman los Testigos de Jehová (Juan 1:1; Juan 20:28)? Además, la palabra Señor usada para Jesús en el Nuevo Testamento es la misma palabra usada para Dios en el Antiguo Testamento. De hecho, las Escrituras declaran que Jesús es el Rey de Reyes y Señor de Señores (Ap. 19:16).
Apocalipsis 1:8 declara que Dios es el Alfa y la Omega (el Primero y el Último), pero Apocalipsis 22:12 aplica estos títulos a Jesús, de quien se dice que es el Alfa y la Omega. (Apocalipsis 1:18 también afirma esto).
¿Los pasajes bíblicos anteriores se contradicen completamente entre sí? Sí, absolutamente, si mantienes la cosmovisión de los Testigos de Jehová de que Jesús es simplemente un hombre creado. Sin embargo, si Jesús es Dios, no hay contradicción. Más bien, estos pasajes armonizan y tienen completo sentido.
La Divinidad de Jesús en la Biblia (Nuevo Testamento):
Jn. 1:1, 14a – “En el principio era la Palabra, y la Palabra estaba ante Dios, y la Palabra era Dios. […] Y la Palabra se hizo carne, puso su tienda entre nosotros”.
Comentario: Este pasaje muestra que Jesús (la Palabra) es Dios. La Biblia no podría ser más clara. De hecho, los Testigos de Jehová han tenido que cambiar la redacción de este pasaje en su propia versión de las Escrituras para evitar las ramificaciones. Su versión dice que “La Palabra era un dios”, lo cual no tiene mucho sentido. De hecho, han cambiado muchos versículos que hablan de la divinidad de Jesús a lo largo de las Escrituras.
Jn. 5:17-18 – “Pero Jesús les respondió: ‘Mi Padre sigue trabajando, y yo también trabajo. Y los judíos tenían más ganas todavía de matarle, porque además de quebrantar la ley del sábado, se hacía a sí mismo igual a Dios, al llamarlo su propio Padre.”
Comentario: Todos los judíos creían que Dios era su Padre, pero ¿qué era tan radicalmente diferente acerca de la condición de hijo de Jesús que los judíos buscaron matarlo bajo los cargos de blasfemia? Jesús estaba afirmando ser el mismo hijo de Dios, divino e igual a Dios, como los judíos creían que sería el Mesías. Esta declaración de Jesús es verdadera o no. Si es verdad, entonces Jesús es Dios. Si no es cierto, entonces Jesús habría sido el mentiroso y engañador más grande de la tierra. Los líderes judíos en este versículo sabían exactamente lo que estaba afirmando y no le creyeron, de la misma manera que los Testigos de Jehová todavía no le creen hoy. Por lo tanto, los líderes judíos corruptos trataron de apedrearlo por afirmar ser Dios. Al final, esta “blasfemia” es la razón por la cual fue crucificado.
Jn. 8:57-59 – “Entonces los judíos le dijeron: ‘¿Aún no tienes cincuenta años y has visto a Abrahán?’ Contestó Jesús: ‘En verdad les digo que antes que Abrahán existiera, Yo soy. Entonces tomaron piedras para lanzárselas, pero Jesús se ocultó y salió del Templo.”
Comentario: Aquí nuevamente, los judíos intentan apedrear a Jesús por blasfemia, por ponerse a sí mismo al mismo nivel que Dios Todopoderoso. En este pasaje, Jesús tomó el santísimo y sagrado nombre de Dios usado en el Antiguo Testamento (Ex. 3:14). Dios le dijo a Moisés que Su nombre era YO SOY (Yavé), y que ese sería Su nombre para siempre. Ahora, Jesús se está aplicando ese nombre a sí mismo, una abominación, punible con la muerte si no es verdad. Los líderes judíos reconocieron esta afirmación que Jesús estaba haciendo, al igual que los cristianos de hoy. La diferencia es que los cristianos creen que Jesús está diciendo la verdad.
Jn. 10:27-29 – “Mis ovejas escuchan mi voz y yo las conozco. Ellas me siguen, y yo les doy vida eterna. Nunca perecerán y nadie las arrebatará jamás de mi mano. Aquello que el Padre me ha dado es más fuerte que todo, y nadie puede arrebatarlo de la mano de mi Padre. Yo y el Padre somos una sola cosa. Entonces los judíos tomaron de nuevo piedras para tirárselas.”
Comentario: Una vez más, Jesús afirma ser el Hijo de Dios, quien es divino y uno con Dios. El Hijo de una jirafa es una jirafa; el hijo de un humano es humano; y el hijo de la divinidad es divino. Por lo tanto, Jesús es divino y afirmaba serlo.
Jn. 20:26-28 – “Ocho días después, los discípulos de Jesús estaban otra vez en casa, y Tomás con ellos. Estando las puertas cerradas, Jesús vino y se puso en medio de ellos. Les dijo: ‘La paz esté con ustedes. Después dijo a Tomás: ‘Pon aquí tu dedo y mira mis manos; extiende tu mano y métela en mi costado. Deja de negar y cree. Tomás exclamó: ‘Tú eres mi Señor y mi Dios.”
Comentario: ¡Tomás llama a Jesús Dios! Si Jesús no fuera Dios, estaría aceptando una adoración falsa y habría estado engañando a Tomás y a los Apóstoles. Sin embargo, dado que Jesús era Dios, la adoración era totalmente aceptable y apropiada, por lo que Él no la rehusó. También vemos personas adorando a Jesús en otros lugares de las Escrituras; por ejemplo, Jn. 9:38; Mateo 28:9; Lc. 24:52. Los Testigos de Jehová intentan eludir este versículo al afirmar que Tomás solo estaba usando esta frase como una expresión, que no la estaba aplicando a Jesús. Pero, el griego lo deja muy claro. Las palabras griegas que Tomás usó al hablar con Jesús fueron (Ho Theos) que literalmente significa, el Señor de mí, y “el Dios de mí”.
Hay muchos más versículos que podríamos citar que por espacio no podemos incluir, pero aquí hay algunos más que puedes buscar:
1 Cor. 1:24 dice que Jesús es la Sabiduría y el Poder de Dios. Si Jesús fue creado como afirman los Testigos de Jehová, entonces habría habido un tiempo en que Dios no tenía poder ni sabiduría, y eso no es posible.
El Papa Dionisio, en el año 262 d.C. lo resume clara y contundentemente: “Es una blasfemia entonces, y no común, sino la peor, decir que el Señor es de alguna manera una obra [una creación], porque si Él vino a ser el Hijo, entonces hubo un tiempo en que no era, pero si como Él mismo dice, Él está en el Padre, y si sabéis que las Divinas Escrituras dicen: Cristo es la Palabra y la Sabiduría y el Poder, y estos son poderes de Dios, entonces Él siempre existió. pero si el Hijo vino a ser, entonces hubo un tiempo en que éstos no existían. Luego, en consecuencia, hubo un tiempo en que Dios estaba sin ellos, lo cual es completamente absurdo”.
Col. 1:15 & Col. 2:9 dice que Jesús tiene toda la plenitud de la Divinidad morando en Él, que Él creó todas las cosas, y que Él es la imagen y representación exacta del Padre.
Heb. 1:8 dice que Jesús es Dios. Los Testigos de Jehová a menudo señalan el hecho de que Jesús llama al Padre su Dios (ej., “Dios mío, Dios mío, ¿por qué me abandonaste?”- Salmo 22), pero aquí tenemos lo contrario. Aquí Dios el Padre llama Dios a Jesús Hijo. Esto se debe a que ambos son Dios. Por eso Jesús pudo decir como en Jn. 10:30, que “Yo y el Padre somos una sola cosa.”
Algunos otros versículos:
– 1 Ti. 3:15-16
– Gen. 1:1-2 (La Trinidad. La palabra nosotros se usa cuando Dios está hablando)
– Mt. 28:19 (Nombre de Dios: se presenta en singular aunque se está hablando de la Trinidad)
– Isaías 9:6 (Jesús es llamado Dios Fuerte y Padre Eterno).
– Isaías 7:14 (Se llama Emanuel, que significa Dios con nosotros)
Y hay muchos más.
¿Quién tiene razón?
Los cristianos, los mormones y los Testigos de Jehová interpretan la Biblia de manera diferente. Entonces, ¿quién tiene razón? La verdad es que cualquiera puede interpretar la Biblia como quiera. Sin embargo, para comprender el significado correcto de las Escrituras, es necesario comprender la tradición de la Iglesia. En otras palabras, ¿qué creían los primeros cristianos, los que conocían a Jesús, los que conocían a los Apóstoles y los que conocían a sus sucesores? ¿Qué creyeron los cristianos a lo largo de los siglos y qué nos transmitieron?
La respuesta es que Jesús era Divino. ¡A ojos cerrados! Eso es lo que creían los primeros cristianos. ¡Lee sus escritos! (He suministrado algunos al final de este artículo para aquellos interesados). De hecho, cuando una persona postuló en el siglo IV que Jesús podría haber sido creado, toda la Iglesia apeló a la tradición de lo que había sido transmitido por los Apóstoles, a saber, que Jesús era Dios. Esto muestra que los mormones y los Testigos de Jehová no tienen el testimonio y la tradición constantes de los cristianos a lo largo de los siglos, lo que significa que sus creencias son nuevas… e inventadas. Los primeros cristianos creían lo que todavía creemos hoy, que Jesús es Dios.
Los Primeros Cristianos sobre la Divinidad de Jesús
San Hilario de Poitiers (354 d. C.): “El Hijo recibe todo del Padre, de Aquel que todo lo tiene, Dios de Dios, Espíritu de Espíritu, Luz de Luz. Porque como el Padre es espíritu, así también el Hijo es espíritu. Y como el Padre es Dios, así también el Hijo es Dios. […] El Juicio de la inteligencia humana excluye la posibilidad de que algo pueda nacer con una naturaleza diferente a la de su origen.”
Papa Dámaso I (382 d.C.): “Sin embargo, no es el nombre de dioses, sino de Dios, que, con respecto al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo, y en vista de su única e igual divinidad, se revela y declara a nosotros para que creamos. Porque somos bautizados solamente en el nombre del Padre, Hijo y Espíritu Santo, y no en los nombres de arcángeles, o ángeles, como los herejes, o los Judíos, o incluso los paganos dementes. Esta es entonces la salvación de los cristianos, el creer en la Trinidad, que hay una sola y verdadera Deidad y poder en majestad y sustancia.”
Afraates (336 d.C.) “Pero, todavía es para nosotros una certeza que nuestro Señor Jesús es Dios, el Hijo de Dios, y el Rey, el Hijo del Rey, Luz de Luz; creador y consejero y guía, el camino, el salvador, el pastor, el recolector, la puerta, la perla y la lámpara. Se le llama por muchos nombres. Pero los dejaremos a un lado y probaremos que el que vino de Dios es Dios y el Hijo de Dios.”
El Credo de Nicea (325 d.C.): “Pero aquellos que dicen: ‘Hubo un tiempo en que él [el Hijo] no existía’, y ‘Antes de que naciera, no existía’, y ‘Porque fue hecho de materia no existente, él es de otra sustancia o esencia’, y aquellos que llaman a ‘Dios el Hijo de Dios cambiante y mutable’, estos son anatematizados por la Iglesia Católica” (Del apéndice del credo).
Lactancio (304-310 d.C.): “[La Palabra] fue hecha Hijo de Dios en el Espíritu e Hijo del hombre en la carne. Eso es tanto Dios como hombre. Cuando hablamos de Dios Padre y de Dios Hijo no hablamos de ellos como diversos, ni los separamos el uno del otro, porque sin el Hijo no puede ser el Padre, ni separado del Padre puede ser el Hijo. Ambos tienen una mente, un espíritu, una sustancia.”
Orígenes (220-230 d.C.): “Por lo tanto, adoramos al Padre de la verdad y al Hijo de la verdad que existen como dos personas, mientras que son uno en unidad de mente, en armonía e identidad de voluntad. En el período final, se despojó a sí mismo y se hizo hombre. Aunque era Dios, se hizo carne y, hecho carne, siguió siendo lo que era, Dios.”
Tertuliano (197 d.C.): “Ya hemos dicho que Dios formó todo el universo por medio de Su palabra, Su razón, Su poder. […] Sostenemos que esto que fue engendrado por Dios y que fue engendrado en esa declaración, debido a la unidad de sustancia se le llama Dios e Hijo de Dios, porque Dios también es Espíritu. Incluso cuando un rayo sale disparado del sol, no se separa de su sustancia… sino que se extiende como luz que enciende luz. […] Así también, lo que procede de Dios es Dios e Hijo de Dios. Ambos son uno. Asimismo, Él es Espíritu de Espíritu, y Dios de Dios.”
Melitón de Sardes (171): “Las actividades de Cristo después de Su bautismo y especialmente Sus milagros, dieron indicación y seguridad al mundo de Su Deidad escondida en la carne. Siendo Dios y también hombre perfecto, dio indicaciones positivas de sus dos naturalezas: de su Deidad, por los milagros durante los tres años siguientes a su bautismo; de su humanidad, en los treinta años que precedieron a su bautismo, durante los cuales, en razón de su condición según la carne, ocultó las señales de su Deidad, aunque era el verdadero Dios existente ante todos.”
Papa Clemente de Roma (150 d.C.): “Hermanos, debemos pensar en Cristo como Dios y como juez de vivos y muertos.”
Ignacio de Antioquía (107 d.C.): “Porque nuestro Dios, Jesucristo, fue concebido por María según el plan de Dios. […] Doy gloria a Jesucristo, el Dios que os ha hecho sabios.”
(107 d.C.): “A la Iglesia amada e iluminada por el amor de Jesucristo nuestro Dios, digna de honra, digna de bendición, digna de alabanza, digna de éxito, digna de santificación.”